Agni Castro Pita, ecuatoriano y Jefe de la Suboficina de ACNUR en Medellín compartió sus conocimientos sobre “la Acción Humanitaria: desafíos y perspectivas” en una charla el pasado 16 de abril.
La exposición resultó de gran riqueza conceptual porque permitió entender qué es la acción humanitaria, dónde y cuándo tiene lugar, sus principios fundamentales, su regulación a nivel internacional y ejemplos actuales de sucesos donde ella se aplica.
La acción humanitaria es un medio que posibilita a las organizaciones humanitarias salvar vidas y proponer soluciones. La esencia de la acción humanitaria es proteger la dignidad a través de la garantía de los derechos fundamentales en situaciones de conflicto o ante fenómenos como el desplazamiento forzado, los refugiados, la trata de persona, entre otros.
Además tiene cuatro principios fundamentales. El primero es la humanidad, concebida como la posibilidad de que el sufrimiento humano sea atendido donde se requiera para proteger la vida. El segundo es la neutralidad a través del cual los actores humanitarios no deben tomar partido en las hostilidades o controversias que producen la necesidad de la intervención.
La imparcialidad es el tercer principio, que implica la no discriminación por nacionalidad, sexo, color, orientación sexual, etnia. Finalmente, está el principio de independencia que busca que las organizaciones humanitarias puedan ayudar sobre la base de sus propias decisiones, sin condicionamientos políticos.
Agni invitó a los politólogos a saber más sobre el tema pues su formación puede ser muy útil para acompañar estos procesos.
La exposición resultó de gran riqueza conceptual porque permitió entender qué es la acción humanitaria, dónde y cuándo tiene lugar, sus principios fundamentales, su regulación a nivel internacional y ejemplos actuales de sucesos donde ella se aplica.
La acción humanitaria es un medio que posibilita a las organizaciones humanitarias salvar vidas y proponer soluciones. La esencia de la acción humanitaria es proteger la dignidad a través de la garantía de los derechos fundamentales en situaciones de conflicto o ante fenómenos como el desplazamiento forzado, los refugiados, la trata de persona, entre otros.
Además tiene cuatro principios fundamentales. El primero es la humanidad, concebida como la posibilidad de que el sufrimiento humano sea atendido donde se requiera para proteger la vida. El segundo es la neutralidad a través del cual los actores humanitarios no deben tomar partido en las hostilidades o controversias que producen la necesidad de la intervención.
La imparcialidad es el tercer principio, que implica la no discriminación por nacionalidad, sexo, color, orientación sexual, etnia. Finalmente, está el principio de independencia que busca que las organizaciones humanitarias puedan ayudar sobre la base de sus propias decisiones, sin condicionamientos políticos.
Agni invitó a los politólogos a saber más sobre el tema pues su formación puede ser muy útil para acompañar estos procesos.
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