En este sentido, según indicó la coordinadora de la Maestría, la profesora Diana Paola Herrera Arroyave, este proceso apunta a desarrollarse desde una perspectiva tanto técnica como política, y tanto su diseño como sus etapas son coincidentes con las demás fases definidas para los programas de Derecho en Medellín y en regiones y en Ciencia Política.
Sin embargo, a diferencia de los demás procesos, la autoevaluación de la Maestría se encuentra en la fase uno que consiste en la organización del trabajo. Para ello su Coordinadora, con el respaldo del equipo de autoevaluación, viene impulsando la generación de una serie de adecuaciones académicas y administrativas al interior del Programa, que permitan dar soporte al proceso, así como dar cumplimiento a la normativa vigente en materia de posgrados.
Para la profesora Diana Herrera el principal propósito de la autoevaluación es la comprensión, el aprendizaje y la reflexión sobre los procesos académicos desplegados por el Programa, que permitan la toma de decisiones acertadas para su mejoramiento, por lo que, según ella, el proceso permite identificar las debilidades y definir acciones de mejoramiento desde la Dependencia.
Para el caso de la Maestría, este proceso tiene una importancia adicional como quiera que es el primer ejercicio que se realiza desde su creación, está dirigido a la obtención por vez primera de la acreditación y tiene una vinculación estratégica con los objetivos de fortalecimiento de la investigación en la Facultad y con el proyecto de Doctorado en Derecho.
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