Estudiante de la Facultad realizó práctica en la Embajada de Colombia en Uruguay

Samuel Muñoz Giraldo, estudiante de Ciencia Política, adelantó su práctica en el servicio exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores en Uruguay, con el apoyo de la Fundación Universidad de Antioquia. Samuel reconoce que estas prácticas tempranas le han permitido orientar mejor su formación y recomienda a otros estudiantes vivir este tipo de experiencias: “la práctica temprana generó un gran aporte profesional y un componente adicional que fue la posibilidad de compartir con otras personas en una nueva cultura y en el marco de procesos socioculturales y políticos del país anfitrión”. 

Mi experiancia en Uruguay

Yo soy Samuel Muñoz Giraldo, estudiante de Ciencia Política de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y les vengo a contar un poco de mi experiencia como pasante o practicante en el servicio exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia en el país de Uruguay que contó con el apoyo del Fondo de Fundación Universidad de Antioquia:

Más allá del proceso de adaptación personal referente a lo que implica vivir en otro país, la práctica temprana generó un gran aporte profesional y un componente adicional que fue la posibilidad de compartir con otras personas en una nueva cultura y en el marco de procesos socioculturales y políticos del país anfitrión.

Comienzo contándoles la importancia de acceder tempranamente al proceso práctico en la formación profesional, y es que, durante el grueso del pregrado vemos múltiples líneas de estudio que nos dan luces teóricas y herramientas metodológicas sobre cada uno de los campos internos o disciplinarios que contiene la Ciencia Política. Por ende, hacer la práctica significó dos cosas: por un lado confrontar el conocimiento y las herramientas dotadas con su aplicación en campo, para evaluar la factibilidad de las mismas, y por otro, reconocer a nivel operativo, el cómo se gestiona una misión diplomática y su funcionamiento cotidiano; con ello comprendí a profundidad la función del servicio exterior y sus logros.

En el servicio exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia en Uruguay, tuve la fortuna de apoyar las funciones del Embajador Francisco Coy; quien fue mi tutor durante todo el proceso y fue fundamental para el desarrollo de mi pasantía, porque me brindó todas sus enseñanzas. Con él tengo profunda gratitud, así como con Nicolás Castañeda, Laura Soto y Andrea Barrera, y demás miembros del cuerpo diplomático por su apoyo durante todo el proceso, así mismo agradecer a Andrea Arango mi asesora de prácticas en la Universidad de Antioquia.

Durante la práctica fue sorpresivo ver la incidencia de Colombia en los debates multilaterales sobre el comercio exterior, a través de la representación permanente ante la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). En ese contexto pude reconocer el espacio de la organización; adicionalmente, pude comprender la importancia de los sistemas multilaterales de comercio exterior, descubriendo en la ALADI ese gran banco normativo dónde se depositan los procesos de complementación económica. Así mismo, fue aún más sorprendente comprender cómo procesos tan técnicos siempre se ven transversalmente afectados por las posiciones políticas de las partes. Un ejemplo de ello fue cuando se propuso el mecanismo de Conferencia de Convergencia, como mecanismo de proyección de la organización a partir de los postulados de los diferentes gobiernos, sin embargo, cuando se ponía sobre la mesa la convocatoria, la delegación Argentina inmediatamente la vetaba; esto se puede explicar en gran parte por la postura de Milei frente al recorte de recursos para el funcionamiento de los mecanismos de integración latinoamericana, por lo que para los argentinos se podría poner en riesgo el proceso de la ALADI al convocar una Cumbre en este momento.

Una de las frases que más recuerdo y que marcó el trayecto de mi pasantía es: “Las relaciones internacionales son principalmente relaciones humanas” y esto le dio un vuelco completo a mi concepto de las relaciones exteriores, entre otras cosas porque reafirma que no solo basta con el criterio jurídico, ni el reconocimiento de los engranajes del Estado; sino que adicionalmente se requiere una gran capacidad de cohesión, comprensión y diálogo entre las partes para desarrollar exitosamente los procesos.

Es por lo anterior, que poder observar en primera fila me permitió en breves ocasiones interactuar con los actores principales de los diferentes procesos liderados por la embajada; como en los espacios de difusión socioculturales de nuestro país. De estos espacios, el más importante a mi parecer, fue la exposición Expedición Colombia que se expuso al cuerpo diplomático y a la sociedad Uruguaya para mostrar las potencialidades de la biodiversidad Colombiana.

Adicional a ello, en la exposición pude reconocer el lugar de enunciación de Colombia ante el mundo. Me encantó visualizar la imagen de nuestro país desde sus potencialidades con el medioambiente, escuchando a tantas personas hablar con pasión sobre Colombia, me permitió hallar una vocación dentro de la Carrera Diplomática; pero además, me llenó de orgullo, no desde una perspectiva chovinista, sino desde la óptica de comprender desde afuera los privilegios que tenemos por la abundancia de recursos naturales. Esta práctica ha significado la posibilidad de abrirme a estudiar más a fondo nuestros sistemas y nuestras ventanas de oportunidad culturales, sociales, económicas y ambientales.

Por otro lado en las pasantías pude conocer a fondo los pormenores del trabajo consular, comprender por ejemplo las necesidades de los connacionales en el exterior, los programas que ofrece la cancillería para su asistencia, también la asistencia al público extranjero que buscaba conocer nuestro país y solicitaba visados de turismo a los que se les debía dar trámite. Para todo ello, fue fundamental comprender las difíciles condiciones en las que se encuentra la población migrante en el exterior; en múltiples ocasiones se le dio asistencia a connacionales por casos de vulnerabilidad inminente, casos como el de barristas que viajaban para asistir a los partidos de fútbol de la Copa Sudamericana o de la Copa Libertadores, o el de personas que quedaron en habitancia de calle por el costo de vida en Uruguay.

Las duras realidades de mis connacionales en Uruguay me demostraron la necesidad de aumentar la empatía a la hora de atender ciudadanos desde las instituciones. Allí fui consciente del valor agregado que es fomentar las habilidades sociales, no solo por la lógica de servir al público en términos generales, sino también por comprender la individualidad de los caso que son naturalmente muy complejos.

Finalmente, no sobra decir que la oportunidad de tener prácticas tempranas en mi caso fue necesaria para orientar mejor el rumbo de mis estudios dentro de la Universidad, y con ello emplear las herramientas de las que me dota la academia para ahondar en el proceso. Por todo lo anterior es una experiencia que recomiendo por completo además de lo gratificante que es comprender escenarios que en principio se sienten lejanos, pero que cada vez son más abiertos para la formación como en mi caso sucedió en la Embajada de Colombia ante la República Oriental del Uruguay.


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