Ambos estudiantes, quienes cursan los pregrados de Derecho y Ciencia Política respectivamente en la Facultad, trabajan, desde los territorios que habitan, en la construcción de dos bibliotecas comunitarias para uso de sus habitantes. Sin embargo, esta tarea no ha sido fácil y continúan apostándole a la recolección de fondos para realizar estos sueños. Desde la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas queremos invitarles a que conozcan estos procesos y se unan de la forma en que es sea posible.
Biblioteca Comunitaria en la Junta de Acción Comunal El Concejo del Corregimiento Altavista.
Jonier Quiceno y varios líderes de esta sede social ubicada en la centralidad del Corregimiento, buscan aportar al desarrollo de más de 250 niños, niñas y jóvenes desde la biblioteca como punto de partida. Sus intenciones son generar allí una casa cultural, una sala de cómputo y un centro de pensamiento donde se puedan gestar y discutir sobre diversos temas de inclusión social desde el pluralismo.
Cuenta Jonier que la mayoría de esta población no tiene acceso a equipos de cómputo e internet, carencia que ha aumentado la deserción escolar dentro del territorio. Es por esto que emprendieron con este proyecto de regalarle un espacio de arte, cultura y educación a la comunidad, pues buscan darle vida y color a un espacio que según relata, estuvo vacío y sin ningún uso colectivo durante más de 4 años (sede comunal del barrio el Concejo).
Con el apoyo y el permiso de la JAC del barrio ubicado en la Comuna 70 de Medellín, se accedió a transformar el espacio para toda la comunidad. Algunos artistas urbanos como ManuRat, Chota, Yesgraff, El Topo y Pecas, se sumaron para darle vida a la nueva sede con el grafiti, lo que ahora catalogan como galería urbana.
La idea es que con la biblioteca las personas se encuentren en un espacio seguro y un entorno protector que mejore sus realidades y les dé más opciones de salir adelante:
“Desafortunadamente Altavista es uno de los corregimientos que se ha visto más permeado por la violencia y por eso le apostamos a este proyecto acá en esta zona, porque creemos que el arte, la cultura y la educación son transformadoras de vida”, contó Jonier a El Colombiano desde el interior de una sede que ya tiene forma y que tienen intenciones de ser inaugurada el 21 de noviembre.
A la fecha cuentan con 13 computadores y su mobiliario, sumado a cerca de 1.500 libros que han recibido como donaciones. Sin embargo, este es solo el inicio de esta apuesta colectiva y continúan en la recolección de material bibliográfico, pintura y recursos humanos aliados para fortalecer la agenda del espacio y todo lo que les pueda servir para darle vida y color. para contactarse, pueden llamar al 319 4026371
Biblioteca comunitaria en el barrio Piedras Blancas Matasano de la Comuna 1
Mariana Restrepo, del pregrado de Derecho, cuenta que fundó hace aproximadamente dos años el colectivo Un bazar para abrazar, con el cual buscan llevarle una sede social y biblioteca comunitaria a la comunidad que habita este barrio. Su difícil acceso por su ubicación geográfica y características sociales hacen que el acceso a la educación y diversas oportunidades se vea limitado.
El barrio es un asentamiento irregular de la ciudad y muchos de sus habitantes son desplazados provenientes de todo el país. “Vimos como una necesidad primordial el poder ayudar con esto, pues creemos que la educación es el motor transformador de la sociedad a la vez que se desarrolla el territorio en conjunto con la comunidad” resalta Mariana, pues llegar a Piedras Blancas es tan complejo que el colegio más cercano se encuentra a una distancia de más o menos dos kilómetros, y la UVA Nuevo Amanecer se encuentra a media hora en tiempo de desplazamiento.
Este colectivo que se fundó con la ayuda de Mariana y Laura Valderrama de Ciencia Política, ha realizado actividades innovadoras para la recolección de fondos mediante juegos como #AmigoSecretoConMiBarrio que consistió en recibir donaciones de mínimo 10 mil pesos, y enviarle al donante una postal, física o virtual, con la historia o la fotografía de uno de los habitantes de este lugar
A la iniciativa ya se han sumado algunas organizaciones, pero el proceso apenas comienza. “Nuestra visión a futuro es poder contar con un escenario multipropósito que no sólo sirva para incentivar la educación y la lectura, sino también donde se pueda reunir la comunidad para discutir y construir su territorio” afirma Mariana.
Con este sueño en la cabeza, ya se proyectan a trabajar tres líneas de desarrollo. La primera, con los niños, para que puedan acceder a más oportunidades educativas y se atrevan a soñar con un mejor futuro. La segunda, con la significativa cantidad de madres cabeza de hogar, para que se instruyan en temas de género y se unan alrededor de sus intereses colectivos, y el tercero, un voluntariado que sume más voces y manos al colectivo y fortalezca esta iniciativa.
Las actividades no van a parar, pero las condiciones sanitarias por la covid-19 que pueden poner en riesgo a la comunidad hacen que el proceso sea más lento. Ahora mismo, continúan recibiendo todo tipo de material bibliográfico, computadores, mobiliarios y todo tipo de materiales que puedan a portar a la co creación de este espacio pensado para y con la comunidad.
Si quiere unirse a esta causa puede conocer más en redes sociales en @bazarparaabrazar y en el correo electrónico unbazarparaabrazar@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario