Los avances y retos en la construcción de universidad como un espacio seguro y libre de violencia sexual


El primer paso que dio la Universidad para prevenir y combatir el acoso sexual, el sexismo, la misoginia, la homofobia, la violencia física y la agresión sexual, fue reconocer que existen. Con esto, ha venido desarrollando diversas estrategias en aras de convertir a la Universidad, en un entorno seguro para sus habitantes. Campañas como No genero violencia, la intención de incluir estas agresiones como faltas disciplinarias en los reglamentos universitarios y la construcción de una política institucional, son algunas de las acciones que se están realizando para proteger, denunciar y actuar en contra del acoso y la violencia sexual.

La posición institucional frente a las violencias de género y sexuales es la de cero tolerancias, lo que desde noviembre del año 2018 se ha traducido en un trabajo orientado a la erradicación de las mismas en nuestros campus. Esta apuesta institucional viene trabajando desde varios frentes tanto en la pedagogía para la prevención, la activación de una ruta para la atención y la intención de incluir la sanción disciplinaria para su erradicación, a la espera de que sea terminada la política institucional de prevención, atención y seguimiento de las violencias basadas en género y violencias sexuales.


Ruta de Atención:

Articulada a la de la ciudad de Medellín y de los demás municipios donde la Universidad hace presencia, y en todos los casos que llegan a través de la activación de la Ruta de Atención, se procede a estabilizar la situación física y mental de la persona afectada y se ofrece información completa sobre los servicios a los que la persona puede acceder. Si se trata de un caso de acceso carnal violento, se realiza remisión inmediata a una institución prestadora de salud que cuente con servicio de urgencias, para activar el Código Fucsia y los demás componentes de la ruta: psicológico y jurídico.

 En estos casos, y en los demás asociados a violencias sexuales, se establece la garantía de atención a nivel físico y psicológico a través de los profesionales dispuestos por Bienestar Universitario o a nivel externo en las EPS o a través de los servicios ofrecidos por las alcaldías de los municipios en los que la Universidad hace presencia. En caso de que la víctima no tenga acceso al Sistema General de Seguridad Social en Salud, se garantiza la atención a través del plan de salud estudiantil, para el cual la Universidad tiene convenio de prestación de servicios con la IPS Universitaria y la Fundación Hospitalaria San Vicente de Paúl.

Además, se da traslado a las instancias competentes para el acompañamiento académico, y para la investigación, ya sean internas, en el caso de las unidades de asuntos disciplinarios, o externas, en el caso de la Fiscalía General de la Nación.

El reciente informe de la Dirección de Bienestar Universitario señala que, en el marco de esta Ruta, en lo que va corrido del año (hasta agosto 31), han atendido 56 casos de violencias basadas en género o violencias sexuales. En todos los casos la persona que ha manifestado haber sido agredida ha sido estudiante (en 54 casos mujeres y en 2 casos hombres).

 El 82% de los casos reportados ocurrieron en escenarios de interacción social y el 18%, dentro o fuera de la Universidad, pero en el marco de las funciones misionales. En relación a los tipos de violencia, el acceso carnal violento y el acoso sexual, con el 27% de los casos cada uno, son los tipos más frecuentes de violencias basadas en género o violencias sexuales reportados. Es preciso anotar que, el 100% de los casos de acceso carnal violento reportados ocurrieron en escenarios de interacción social y por fuera de las instalaciones de la Universidad; y en el 60% de los casos el presunto agresor no tiene vínculo con la institución.

En la Alma Máter levantamos la voz en contra de las violencias basadas en género y violencias sexuales, y ponemos en la agenda pública las acciones de prevención a través de espacios y actividades reflexivas y académicas que proporcionen a la comunidad herramientas para actuar en pro de la vida y del amor propio y colectivo. Las violencias de género y violencias sexuales no distinguen raza, religión o círculos sociales. Conoce más de No Género violencia

Pasa la voz e invita a otras personas para que conozcan este proyecto institucional. Juntos por nuestro derecho a ser.



«No podemos negar la terrible realidad de que en la Universidad sí hay acoso sexual, sexismo, misoginia, homofobia, inclusive violencia física y agresión sexual», le expresó la Directora de Bienestar Universitario, Marcela Ochoa a la periodista de la Universidad, Yenifer Aristizábal. Ochoa explicó, además, que inicialmente estas faltas se incluirán en los reglamentos estudiantiles de pregrado, de posgrado y en el régimen disciplinario del personal docente y, posteriormente, se hará el proceso correspondiente para que sea incluido en el reglamento del personal no docente, en concordancia con el código disciplinario del servidor público.

Faltas disciplinarias:

Una de las principales barreras que se identificaron para la protección de las personas, fue la ausencia del reconocimiento de los actos relacionados con las violencias de género y sexuales como faltas disciplinarias en los reglamentos de estudiantes y docentes.

Por ello, el Consejo Académico formuló el Proyecto de Acuerdo Superior por el cual se tipifica como faltas disciplinarias todo acto de violencia basada en género y todo acto de violencia sexual. Consiste en la adición de este tipo de conductas como faltas disciplinarias en el artículo 247 del Acuerdo Superior 1 de 1981, Reglamento Estudiantil de Pregrado; el artículo 58 del Acuerdo Superior 432 de 2014, Reglamento Estudiantil de Posgrado; y el artículo 7 del Acuerdo Superior 297 de 2005, Régimen Disciplinario del Personal Docente.

 La propuesta del Consejo Académico y apoyada por la Dirección de Bienestar Universitario invita a la comunidad a retroalimentar el proyecto antes de llevarlo al Consejo Superior Universitario, única instancia competente para modificar los reglamentos y regímenes disciplinarios de la Universidad. Su objetivo, además de proveer las herramientas necesarias para sancionar efectivamente este tipo de conductas, es aportar al proceso pedagógico que debe llevarse a cabo con la comunidad universitaria para lograr la transformación cultural que requerimos para hacer de nuestros campus lugares seguros y libres de violencia.

Desde la Dirección de Bienestar Universitario se invita a los estamentos a retroalimentar el proyecto, para lo cual, cualquier persona puede escribir al correo dirbienestar@udea.edu.co o participar en los espacios que se convocarán para este propósito desde la Asamblea General de Profesores y la Asamblea Multiestamentaria de Mujeres.

Política Institucional:

En coherencia con el marco normativo nacional e internacional y bajo los principios de confidencialidad, respeto y debido proceso, la Universidad decidió generar un plan de acción orientado a formular una política institucional de prevención, atención y seguimiento de las violencias basadas en género y violencias sexuales.

La implementación de la ruta antes mencionada, ha permitido interactuar y conocer las percepciones y posiciones de los diferentes estamentos que componen la comunidad universitaria frente al tema. Así mismo, ha permitido definir acciones tendientes a sensibilizar y capacitar a los miembros de la comunidad universitaria en el proceso; así como identificar los aspectos susceptibles de mejora en la Ruta de Atención existente, permitiendo su consolidación no solo en Medellín sino también en las 9 subregiones del departamento de Antioquia, donde la Universidad hace presencia.

Si bien está definido el qué de la política y hay insumos frente al cómo, aún está pendiente la puesta en común con la comunidad universitaria, para lo cual se propuso llevar a cabo unos espacios de co-construcción con todos los estamentos, de los cuales solo alcanzaron a realizarse dos, uno el 26 de noviembre de 2019 y otro el 8 de marzo de 2020, debido a la suspensión de actividades presenciales, como consecuencia de la pandemia por COVID-19. Aunque es posible dar continuidad al trabajo propuesto utilizando las herramientas virtuales de las que disponemos actualmente, en atención a la solicitud realizada por el estamento estudiantil estos espacios están temporalmente suspendidos.

El aporte de la Facultad:

La Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, apoya desde su quehacer los esfuerzos realizados en esta materia. Desde 2018, existe el Comité de Asuntos de Género, que, sumado al Semillero Estudios y Prácticas de la Otredad y el Poder han realizado diversos eventos e investigaciones como la Cátedra de Género o el Ciclo de Interseccionalidad propuesto  como un espacio permanente para dialogar y re-pensar sobre la problemática y la posibilidad de la diferencia; de los conocimientos hegemónicos subordinados, ancestrales, emergentes e insurgentes; de las Interseccionalidades (Género, Raza, Sexualidad, Clase), y de los constructos de subjetividad, memoria y pensamiento que, por un lado, pueden naturalizar el poder dominante y, por otro, transgredirlo, posibilitando comprensiones y construcciones de existencia diferentes.  

Canales de atención.

 Los canales dispuestos por la Universidad para la asesoría y atención de las personas afectadas por este tipo de violencias son el correo electrónico atencionvgs@udea.edu.co y las líneas telefónicas 2195440, 2195430 y 01 8000 521 021, esta última disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Adicionalmente, las estrategias de prevención, orientación y atención cuentan con el espacio web No Género Violencia.

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