¿Qué ha venido sucediendo en la Facultad y la Universidad respecto a las Violencias Basadas en Género -VBG-?


Las Violencias Basadas en Género -VBG- 
no son un tema nuevo en la Universidad de Antioquia. En el pasado han sido varias las ocasiones en las que estos hechos han sido mencionados y denunciados en distintos espacios de discusión como las asambleas estudiantiles y los comentarios de pasillo en la Universidad. Violencias que en algunos casos han ido escalando desde el lenguaje sexista hasta el abuso sexual en donde la mayoría de víctimas son mujeres

Ante esto la Universidad de Antioquia y sus dependencias han venido desarrollando actividades en aras de entender y actuar frente estas violencias que se ejercen en las mujeres de la Universidad, principalmente desde la campaña No Género Violencia,  un proyecto institucional que intenta llamar a la acción para generar conciencia, cuestionar y reflexionar en doble sentido: ¿por qué no genero violencia? y ¿por qué desde el género no debemos ser violentados? Ruta violeta  
Como se informa en esta campaña “Desde el 2018 la Universidad de Antioquia asumió como un deber institucional la construcción de una política para la prevención y atención de las violencias basadas en género y violencias sexuales. Es así como el Consejo Académico, encargó a la Dirección de Bienestar Universitario la misión de liderar dicha tarea y se creó una comisión interdisciplinaria que, entre octubre de 2018 y junio de 2019, realizó un ejercicio de referenciación enfocado en la identificación de los factores claves para la definición de los principios (garantía de derechos, debido proceso, presunción de verdad, presunción de inocencia, entre otros) y componentes de la política (promoción, prevención, atención, seguimiento y control)”. 

 

Mural realizado en la FDCP por "Mujeres denunciantes 2022"

Desde la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas también se han adelantado acciones orientadas a este tema como la creación del Centro de Atención en Género y Diversidad -CAG- Sexual del Consultorio Jurídico “Guillermo Peña Alzate” para brindar atención especializada y diferenciada con perspectiva de género que permita tanto a mujeres como a población LGBTIQ+ el acceso a la justicia sin discriminación de ningún tipo. 
Además, enmarcado en el proyecto Palabras CON+TACTO, por un lenguaje no sexista, el CAG de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas también presentó la guía “Recomendaciones para eliminar los usos sexistas del lenguaje al interior de los espacios universitarios” y que hace parte de la Dirección de Bienestar Universitario a través de su programa Promotores de Bienestar 2021-2022, el cual busca promover acciones por una UdeA en la que convivamos pacíficamente. 
Conoce la Guía AQUÍ 

A pesar de estas acciones la comunidad de la Universidad de Antioquia se ha visto en la necesidad de reconocer que no han sido suficientes, o al menos así lo enuncian las asambleas estudiantiles, de mujeres y disidencias sexuales quienes se han reunido progresivamente desde que un grupo de encapuchados ingresó el 3 de agosto de 2022 a dos aulas de clase de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, señalando a dos profesores de acoso sexual mientras estos dictaban sus cursos. 

Con estas discusiones sobre las VBG en la Universidad,  también se generaron varias discusiones en los espacios asamblearios dentro del estudiantado, en primer lugar, porque se han cuestionado a las y los denunciantes encapuchados y sus formas, en especial dada la historia de violencia que en los años más oscuros de la Universidad amenazó y acabó con la vida de varios de los miembros de la comunidad académica, un dato no menor que pone en discusión el fin y los medios para denunciar y protestar dentro de la Universidad. Es por ello que varias estudiantes asumieron una posición de rechazo de los actos violentos que perpetran las formas de operar propias de actos machistas, y se desligaron de cualquier accionar de estos grupos de encapuchados en la Universidad y la Facultad, sin desestimar que la violencia de género existe y hay que acabarla. 

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Mural elaborado por estudiantes de la Asamblea de Mujeres y Disidencias Sexuales de la Facultad y PIRAÑAS CREW

De una u otra forma la discusión sobre las VBG quedó puesta sobre la mesa lo que desencadenó, a partir del 5 de agosto en Asambleas de estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Asambleas multiestamentarias de mujeres y disidencias sexuales y un Círculo de la Palabra convocado por los directivos de la Facultad. Estos escenarios, que han servido para propiciar entornos para hacer denuncias, también han estado cargados de puntos de vista, cuestionamientos y argumentaciones sobre del debido proceso y la presunción de inocencia en los casos de violencias basadas en género, así como socializaciones de los temas de género, convirtiéndolos en espacios de concertación no solo de las mismas estudiantes sino de los diferentes estamentos que componen la Facultad. 

Es así como en las asambleas de mujeres y disidencias sexuales fueron expuestos más casos que desde allí se enuncian como casos de violencia de género, y que, apoyadas posteriormente por la Asamblea de Facultad desencadenaron en una anormalidad académica hasta tanto no se cumplan una serie de peticiones a las directivas de la Facultad, quienes desde el círculo de la palabra reconocieron que este es un problema estructural al que debemos hacer frente desde todos los estamentos de la Facultad. 
En declaraciones de dos estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas hay varios puntos en los que ha venido fallado la institucionalidad para atender y erradicar estos casos. Respecto a la minimización de los casos una de ellas comenta que “como estudiante siento  que el tema se ha minimizado y se ha trivializado porque uno escucha -muchas veces incluso desde directivos de otras facultades en Asambleas a las que he tenido la oportunidad de ir- que muchas personas sugieren que, si bien hay una tipificación, hay casos que son menos graves y que no deberían ser denunciados o que en realidad en la Universidad de Antioquia  no hay tanto acoso porque lo que hay son micromachismos o comentarios fuera de lugar en las clases. Incluso personas que han salido a dar declaraciones a la opinión pública han dicho que la Universidad tiene un protocolo eficiente, siguen socializando la ruta, cuando muchas veces se ha manifestado que esa ruta revictimiza”. 
Es por ello que, si bien se reconoce que se han hecho avances como lo es la Ruta Violeta, esta “no funciona, por lo que es necesario que efectivamente haya acompañamiento psicológico y jurídico para las denunciantes. Queremos que de esta coyuntura pueda salir como resultado la reestructuración de la ruta violeta que tiene en este momento la Universidad de Antioquia, es decir, que la nueva ruta sea producto de una construcción colectiva donde las estudiantes podamos opinar, podamos hablar de lo que vivimos en las aulas de clase y podamos definir qué es lo que nos violenta. Una ruta que efectivamente funcione, que brinde el acompañamiento jurídico psicológico, que tanto estamos pidiendo y que, en la Universidad de Antioquia, a nivel general, pueda haber un Comité de género encargado no solo de hacer veeduría a las rutas, sino encargado de hacer veeduría de todos los aspectos que tengan que ver con género en la Universidad de Antioquia.  

Y es que según las estudiantes son varios los cuestionamientos que se le hacen a la Universidad una vez son puestos en curso los casos y que probablemente evitan que las mujeres de la Universidad se acerquen a denunciar. Una de ellas señala que “hay una situación que se ha hablado con mucha abundancia en los espacios de la Facultad y es la garantía del debido proceso, pero para los profesores que están siendo denunciados y para muchos no ha sido evidente que inclusive una falta o una violación a ese debido proceso es la desigualdad de defensa técnica jurídica en el marco del proceso”. 

Una desigualdad en la que según ella “los profesores, por sus condiciones económicas y patrimoniales, y también por la necesidad de una representación en el proceso, con seguridad acudirán a un abogado contractual especialista en asuntos disciplinarios y proceso disciplinario, mientras que para las estudiantes es material y económicamente imposible gestionar con recursos propios un contrato particular con una abogada especialista en género y  además de eso, especialista en temas disciplinarios”. 
Si bien la Universidad ha instaurado el Centro de Atención en Género que actualmente se encuentra aportando elementos de valor en la discusión y que ha venido atendiendo casos de VBG, las estudiantes señalan que este acompañamiento presenta limitaciones en primer lugar porque los representantes en el marco del proceso serían estudiantes, practicantes, inscritos o matriculados en ese consultorio de atención en género. 
Esto supone varios problemas porque “el proceso disciplinario es un proceso sumamente técnico y reglado, es decir, requiere de un conocimiento especializado tal que probablemente un estudiante practicante no ha desarrollado la destreza para la defensa técnica en un proceso de estos. Además, hay muchos compañeros que están allí matriculados, no porque tengan una sensibilidad especial en los temas de género, sino porque eran última tanda y les toco recibir ese último cupo en el centro de atención en género y a lo mejor no tengan tampoco las herramientas teóricas en el marco de lo que significa defender los intereses de una mujer víctima de violencias basadas en el Género y, por último, la representación no está en cabeza del docente asesor de esta práctica, por más de que él le brinda herramientas a los estudiantes practicantes, la representación sigue estando en cabeza del estudiante practicante, mientras que el docente, quien se está investigando en el marco disciplinario, va a gozar de un abogado contractual especialista en el tema disciplinario y allí se advierte un desequilibrio, una desigualdad importante en la defensa técnica de las estudiantes quienes denuncian las violencias y del profesor, quién está siendo investigado”. 

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Como vienen enunciado varias líderes estudiantiles y como ha sido aceptado por las directivas de la Universidad, este es un tema que nos atraviesa estructuralmente y que igualmente está presente y manifestándose en la sociedad, lo que evidencia que no es un tema solo de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas sino de toda la Universidad de Antioquia, tanto así que la medida de asamblea permanente de los y las estudiantes  ha sido declarada en toda la Universidad y apoyada por la asamblea de profesores. 
Tras esta decisión el 2 de septiembre la rectoría emitió un comunicado en el que ya informaba sobre avances institucionales ante esta situación. Entre ellos se destaca que el martes 30 de agosto el CSU aprobó en primer debate el proyecto de acuerdo para tipificar como falta disciplinaria las violencias basadas en género y sexuales. “Esta acción coincide con la reforma a la estructura disciplinaria que, aprobada desde abril, concibe una sola unidad adscrita a la rectoría para dar trámite a los procedimientos disciplinarios. Hemos dispuesto incrementar y cualificar el grupo de profesionales en derecho que orientan, acompañan y dan el trámite a las denuncias. Y, de otra parte, decidimos incorporar, en la Dirección de Bienestar Universitario, un equipo adicional de profesionales en psicología para reforzar la atención y acompañamiento psicosocial de las víctimas. El fortalecimiento del recurso humano en estos dos ámbitos comprende profesionales especializados en perspectiva de género” se lee en el comunicado: Escuchar, generar confianza y actuar con oportunidad, el llamado universitario frente a las VBG en la UdeA. 
Luego la Universidad de Antioquia informó cómo van las acciones para la prevención y atención de las violencias basadas en género, las cuales incluyen, además de la vinculación de psicólogos y abogados con enfoque de género, la reconfiguración de normas y procesos institucionales y la conversación con estudiantes, empleados y órganos de gobierno universitario, para avanzar en la prevención, detección, atención y erradicación de las violencias basadas en género y violencias sexuales —VBG y VS—. 

El texto señala que “La creación de la Mesa Multiestamentaria responde a varios de los compromisos adquiridos por el rector, John Jairo Arboleda, tras su participación en la Asamblea General de Estudiantes que se desarrolló el pasado 6 de septiembre, en la que, por cerca de cuatro horas, tanto el rector como los directores de Bienestar Universitario y Jurídica, dieron respuesta a inquietudes y escucharon las propuestas de las y los asistentes. En el Teatro Universitario, con cerca de mil estudiantes que participaron en la asamblea, los directivos ofrecieron detalles y explicaciones sobre las acciones que ha venido adelantando y anunciando la institución frente a lo que la comunidad estudiantil ha denunciado como una «emergencia por violencias basadas en el género y violencias sexuales en la Universidad»”. 
 
Específicamente la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas cuenta con una Comisión dinamizadora que surgió en el Círculo de la Palabra para darle orden y respuesta a las exigencias de la Asamblea Multiestamentaria de Mujeres y Disidencias Sexuales de la Facultad, y a las propuestas que surgieron en el Círculo de la Palabra, con el fin de operativizarlas, establecer su viabilidad y nombrar los responsables de darles cumplimiento en los tiempos establecidos. 





Finalmente, también se han desarrollado diversas actividades académicas entre las que se destacan las Conversaciones sobre violencias basadas en el género. Por un espacio universitario sin violencias basadas en género, organizado por el Semillero Juntanza Feminista, Disidente y Decolonial y Centro de Atención en Género y Diversidad Sexual, o  Conceptos básicos para abordar la educación legal desde una perspectiva de género con la profesora de la Universidad de los Andes y coordinadora de la Red Latinoamericana de Académicas del Derecho -Red ALAS- Isabel Cristina Jaramillo Sierra, quien desde su trabajo académico se ha centrado en la pregunta por la reforma legal feminista y lo que ha dejado a las mujeres; con especial atención a las reformas sobre cuotas, aborto y violencia. 
En ese último evento la profesora Jaramillo analizó la problemática de las violencias basadas en género que están presentes en la academia, la inequidad en los puestos de trabajo, la falta de apoyo para las investigaciones de mujeres y la ausencia de autoras feministas en las carreras, que al ser atendidos supondría una transversalización de los pregrados con el enfoque de género. 
En reconocimiento a las acciones concertadas entre el estudiantado y la Institución con relación al trato de los procesos disciplinarios y las acciones para prevenir y erradicar las VBG, la Asamblea General de Estudiantes de la Universidad ha decidido entrar en normalidad académica en estado de alerta a partir del 4 de octubre. Por su parte, los y las estudiantes de la Asamblea de Facultad de Derecho y Ciencias Políticas  propusieron un pliego de garantías y calendario académico que fue enviado al Consejo de Facultad que se encuentra pendiente de revisión y aprobación, para retomar las actividades académicas. 













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