Los estudiantes de último semestre del pregrado de Derecho Juliana Betancur y Gabriel Jaime Roldán, acompañados de su entrenadora la profesora Ángela Benavides, ocuparon el tercer lugar de la fase oral de la Competición en Litigación Internacional sobre Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá, celebrada en Madrid. En esta primera edición del certamen las universidades participantes compitieron con el caso hipotético de una demanda inter-estatal relacionada con los derechos humanos de las personas migrantes y las obligaciones internacionales de los Estados.
Cuenta Juliana que la motivación para participar en este concurso nació en el curso de profundización de Derecho internacional de los derechos humanos. “En esa materia vimos toda la temática sobre la protección internacional de derechos humanos, el acceso a la comisión, al sistema interamericano y me empezó a gustar mucho el tema. La profe nos indicó que había un concurso para profundizar más al respecto, y se hizo un concurso interno dentro el curso para ver quienes iban al de Alcalá, nos presentamos y la profe nos eligió a nosotros dos”.
Además, continúa Gabriel “nosotros conocimos el caso hipotético del concurso desde el principio del curso y el trabajo final fue precisamente un memorial sobre ese caso, entonces eso nos fue motivando más. Luego en la audiencia simulada fue complejo porque nunca habíamos estado en una audiencia de este tipo, ni en uno de estos concursos. Había jueces invitados por la profe y resultamos escogidos Juliana y yo. Este proceso empezó hace un año”.
En las audiencias preliminares enfrentaron a los equipos de la Universidad Nacional de Quiya, Argentina, y a la universidad Diego Portales de Chile. En las semifinales enfrentaron a la Universidad Católica de Bolivia y la Universidad Militar de Nueva Granada de Bogotá, siendo la única universidad pública en esta instancia.
Para Juliana, “estos concursos permiten desarrollar muchas habilidades y fortalecer cuestiones personales que incluso te afectan en el día a día pero que no te das cuenta hasta que te toca enfrentarte a un concurso o a un público. Estos concursos te hacen superar estos obstáculos personales y son muy importantes para la vida profesional, porque es como enfrentarte a como va a ser la vida de un abogado cuando estudia un caso, hasta el tema más minucioso porque ese puede ser el que te de la ventaja o te lleve a perderlo”.
Por este motivo, Gabriel asegura que la Facultad “debería apostarle más este tipo de concursos y no solo desde los apoyos económicos, sino desde la creación de grupos de entrenamiento, grupos de estudio, y básicamente para propiciar los espacios temporales”; pues “lo que se hace en este tipo de concursos es una práctica jurídica porque es sentarse y establecer una estrategia de litigio, parámetros, es una investigación jurídica con redacción de documentos y prueba oral”. Por esto, el estudiante incluso propone que la Facultad tenga su propio concurso de litigación a nivel departamental.
La Competición en Litigación Internacional “es una competencia entre universidades iberoamericanas, creada para perfeccionar la formación jurídica de los futuros abogados litigantes ante los tribunales internacionales de derechos humanos. Así como profundizar en el estudio de los mecanismos internacionales de protección de los derechos humanos desde una perspectiva eminentemente práctica y auspiciar la creación de una red iberoamericana de abogados y juristas expertos en la litigación internacional”, expresa la página oficial del evento.
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