Paula Andrea Pérez Reyes: abogada, docente y poeta

La poesía, para la profesora Paula Andrea Pérez Reyes, no es pasión nueva, ni un gusto superficial. La poesía y la literatura son tan importantes para ella como la filosofía y la transformación de conflictos; es algo que se percibe cuando declama o cuando habla emocionada de las lecturas que le han ayudado a tejer su sino de jurista, docente y poeta.

Ella rastrea su amor por la literatura y la poesía hasta los inicios de sus estudios, cuando leyó Libertad bajo palabra de Octavio Paz. Sin embargo, durante su carrera de filosofía se fijó en José Asunción Silva, su vida y obra, narrada por Enrique Santos Molano en El corazón del poeta, antes de dedicarse completamente al material jurídico del mundo de la seguridad socialPor lo que ella llama un azar del destino, llega al mundo de la justicia consensual –por el que es reconocida en la Facultad y en los circuitos universitarios del país- gracias al texto Carta Robada de Edgar Allan Poe, que sembró en ella una semilla que germinaría en forma de investigaciones y poemas-

“La literatura sin duda ha sido una gran fuente de inspiración para mis investigaciones, que siempre han estado vinculadas con esa relación entre conflicto y literatura… ¿Cómo narrar la vida y por qué la vida busca ser narrada? Es aquí que llegamos a la parte poética ¿Qué nos puede aportar la poesía a nuestro qué hacer jurídico? (…) yo lo trabajo como algo denominado ‘derechos con alma’, el enfoque y reconocimiento de derechos a partir de la voz y la respuesta ética frente al sufrimiento”, apunta la aspirante a Doctora en Derecho.

Lo que señala la profesora Paula se ve reflejado no sólo en sus investigaciones académicas, está profundamente arraigado a los poemas de libro Plegarias de mi fragilidad, una publicación que se encuentra proceso editorial. Un texto que reúne la obra de la profesora Paula Andrea en relación con el deseo en la búsqueda del desaparecido, la voz de las víctimas indirectas del conflicto “mi tema central en poesía es el sufrimiento, lo que tiene que ver con el daño en el marco de la Justicia restaurativa en Colombia, el sufriente, su sufrimiento y la respuesta ética… Esos son elementos centrales en mi obra y lo sigue siendo en mi trabajo de doctorado y lo fue en mi trabajo de maestría”.

Dando voz a los desaparecidos, a los que sufren, a los olvidados, a los que han padecido la injusticia, la profesora ha publicado en múltiples antologías en diversas editoriales del país, entre ellas la editorial Universidad Católica de Manizales, y una que está próxima a ser publicada en la Revista Prometeo. Además, se encuentra trabajando en otra publicación titulada Apuntes poéticos en tiempos de sufrimiento. La filosofía, el derecho y sobre todo la literatura tejieron una trenza que hizo las veces de camino para la profesora Paula, y dicho camino la ha llevado por las aulas, los auditorios, coloquios, entre ellos, el 30 Festival Internacional de Poesía de Medellín, que se realizará de manera virtual del 1 agosto al 10 de octubre 2020.

La obra de la profesora y poeta, está programada para el viernes 18 de septiembre a las 7:00 p.m. En este festival, compartirá con más de 180 poetas de 103 países, durante 70 días. Felicitamos a la profesora por este reconocimiento, pero sobre todo por el excelente trabajo que ha hecho cultivando su sensibilidad como poeta, inclinándose hacia el lado de los afligidos, como se debe hacer desde las distintas disciplinas y artes.

A continuación una muestra de uno de sus poemas:

Plegaria sin nombre, un punto de fuga

Rezo por todas las voces, presto mi boca para que ellas hablen.
Hago una plegaria por Juan Preciado que tiene la boca llena de tierra
una plegaria por los que, con Él, van directo a la fosa del olvido
Para aquellos que no están presentes…
son cenizas, son menos que polvo
no son nada sobre la fría mesa metálica.
Miles y millones de partículas que caen en la tierra y las arrastra el viento
Rostros que no se les dio el permiso de envejecer
Ojos que no se les concedió más la luz del día
Son sumados a la lista por encontrar
Son contados como un muerto más
Y un vivo menos.

Seres que caminan errantes por el mundo
la Madre Tierra los reclama,
el río los vomita.
Otros gimen cada día esperando que encuentren el camino a casa:
A su primera morada
Al polvo de la tierra de donde salió Adán y a donde volvemos todos.
A ustedes:
UNA PALABRA DIBUJA EL ROSTRO BORRADO.

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