Este semillero ha desarrollado una línea de reflexión acerca del derecho a la paz y la posición frente a este por parte los candidatos a la presidencia para el período 2018 -2022; estudiando a lo largo de este semestre el compromiso por la paz de cada uno de ellos, basado en los estatutos de los partidos y las propuestas hechas al electorado.
Inicialmente, el profesor titular del Instituto de Estudios Políticos de la UdeA, Germán Darío Valencia Agudelo, en el panel de La paz como política de Estado o política de Gobierno, expuso que “en Colombia la paz, que debería ser el bien supremo, anhelado y buscado de forma continua por todos los gobiernos, ha sido dejada en manos de una persona. Cada presidente, desde Turbay hasta Santos, ha asumido de forma propia la disposición a negociar la paz. La ponencia defendió necesidad que tiene el país de inyectar mayor certidumbre a la paz. Propone incentivar al Estado para que construya una política de paz permanente o al menos de larga duración. Una política de paz de Estado que permita contener a los presidentes y gobiernos para que no se vean tentados a atender el canto de guerra. En síntesis, se sugiere que como sociedad debemos realizar diseños y rediseños institucionales que permitan controlar el zigzagueante movimiento normativo imperante en el país y trabajar de una vez por una política de paz estable, que cualquiera sea la persona o el partido que llegue, se trabaje en cumplir este proyecto colectivo”.
Por otra parte, participó el estudiante egresado de Ciencia Política, Fredy Alexander Chaverra Colorado en el panel Las coaliciones políticas y la campaña presidencial 2018-2022 que, entre otras, tuvo estas conclusiones: “en la elección presidencial del 27 de mayo los partidos políticos serán actores determinantes. En efecto, para la primera vuelta de las elecciones se han configurado una serie de mosaicos multicolor donde los dirigentes de los principales partidos han establecido alianzas y acuerdos programáticos de cara a garantizar un paso seguro segunda vuelta. Vargas Lleras, candidato que se inscribió por firmas bajo el comité promotor “Mejor Vargas Lleras”, es el campeón de las coaliciones partidistas porque tiene el respaldo de Cambio Radical, el Partido de la U y sectores del partido Liberal y el Conservador. El candidato uribista Iván Duque tiene el respaldo de su colectividad, el Centro Democrático y además los partidos religiosos MIRA y Colombia Justa y Libre. Por el candidato de la Coalición Colombia, Sergio Fajardo, se encuentran unidos el Polo y la Alianza Verde y por Humberto de la Calle, candidato oficial de los liberales, un sector del partido Liberal y la ASI. Por el contrario, Gustavo Petro es el candidato sin partido ya que solo cuenta con el respaldo de un partido étnico pequeño, MAIS. A pesar de su desprestigio los partidos serán decisivos para la victoria de los aspirantes tanto en primera como en segunda vuelta pues Colombia, para decepción de muchos, sigue siendo una partidocracia”.
Finalmente participaron en un último panel, la profesora María Cristina Gómez Isaza y los estudiantes Mariana Villa Restrepo, Andrés Flórez Botero, Weimar Rentería Copete, Sebastián Hernández Barbosa, Jazmín Pérez y nuevamente Fredy Alexander Chaverra Colorado. En este panel se hizo un recorrido por cada uno de los candidatos presidenciales y sus respectivas propuestas de gobierno para la paz.
Para Fredy, estas fueron algunas de las conclusiones: “La paz entendida como garantía efectiva o desmonte en la implementación del Acuerdo suscrito con las Farc en La Habana es el eje central de la campaña de algunos aspirantes a la Casa de Nariño. En el primer caso, el candidato liberal, Humberto de la Calle, ha denominado su plan de gobierno como “La paz en marcha”, la implementación total de cada uno de los cinco puntos acordados con la ex guerrilla son claves en el programa del exjefe negociador. Por el contrario, en el programa de Iván Duque se plantea el desmonte de puntos estratégicos del Acuerdo que ya se han implementado, siguiendo una lógica que
se ha denominado “ni trizas, ni risas”, el aspirante uribista busca eliminar el criterio de conexidad entre el narcotráfico y la rebelión, evitar la participación política de los excomandantes e impulsar un programa de erradicación forzada de cultivos ilícitos. Todo en contravía del Acuerdo de paz y el poco desarrollo que ha tenido en su proceso de implementación. En otra vía caminan Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Germán Vargas Lleras, cada uno plantea el respeto a lo acordado pero aseguran que la paz va más allá de la Habana y sugieren una serie de reformas sociales y políticas para consolidar el posconflicto y generar una apertura a otras negociaciones. En esto coinciden en la intención pero no en la forma”.
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