Esta invitación a reflexionar sobre la situación que atraviesan actualmente los escenarios de la justicia, integró la participación tanto de exponentes de la academia, en este caso profesores de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UdeA, como del Estado; en el abordaje de temas como la ética, la transparencia, la corrupción, la polarización, la cultura de la ilegalidad, entre otros.
Inicialmente el presidente del Consejo de Estado, Germán Bula Escobar, hizo un recorrido histórico por la evolución del concepto de ética y afirmó que “no se aprende la ética”, pues “la ética tiene que ser vívida y vivencial. Se aprende, pues, de los profesores por lo que hacen, no por lo que dicen. La escuela y la facultad enseñan la ética en el relacionamiento conductual de los seres humanos”.
En consonancia con la intervención de Bula, la profesora y coordinadora de la Práctica Civil de nuestra Facultad, Alicia Morales Cadavid, reforzó la idea de que “la cuestión ética y la integridad no es algo que tenga que ver tanto con la formación académica como con la formación como persona e individuo” y que en esa medida las facultades de derecho se deberían preocupar más por capacitar a ese profesor que ya tienen ahí.
La profesora Alicia Morales, a través de la referencia de la autora Susan Haack de la Facultad de Derecho de la Universidad de Miami, reflexionó además sobre la ética de la educación como un concepto que integra, según Haack, los parámetros mínimos de ética de un profesor en cualquier universidad y en cualquier ámbito educativo: la laboriosidad, la paciencia y la perseverancia, el juicio, el realismo, la imparcialidad, la independencia y por último el coraje. Todo esto en un contexto que “parte de la complejidad de tratar formar humanos cuando todas las influencias externas están haciendo una exaltación de valores distorsionados”.
Finalmente el abogado especialista en derecho procesal y ex magistrado Consejo Seccional de la Judicatura, Alberto Ceballos Velásquez, habló de la importancia de los consultorios jurídicos en la preparación de los abogados para la identificación y resolución de problemas para más tarde enfrentarse al ejercicio profesional. Así mismo resaltó que “la abogacía es la única profesión que estructuralmente tiene previsto un contradictor. La profesión nuestra nos pone en escenarios donde lo que yo diga y proponga está sometido a la contradicción inmediata de otro que propone una opción distinta (...). Ser capaz de dialogar con contradictores, de presentar la comunicación entre contrarios y en ambientes adversos, conflictivos”.
Inicialmente el presidente del Consejo de Estado, Germán Bula Escobar, hizo un recorrido histórico por la evolución del concepto de ética y afirmó que “no se aprende la ética”, pues “la ética tiene que ser vívida y vivencial. Se aprende, pues, de los profesores por lo que hacen, no por lo que dicen. La escuela y la facultad enseñan la ética en el relacionamiento conductual de los seres humanos”.
En consonancia con la intervención de Bula, la profesora y coordinadora de la Práctica Civil de nuestra Facultad, Alicia Morales Cadavid, reforzó la idea de que “la cuestión ética y la integridad no es algo que tenga que ver tanto con la formación académica como con la formación como persona e individuo” y que en esa medida las facultades de derecho se deberían preocupar más por capacitar a ese profesor que ya tienen ahí.
La profesora Alicia Morales, a través de la referencia de la autora Susan Haack de la Facultad de Derecho de la Universidad de Miami, reflexionó además sobre la ética de la educación como un concepto que integra, según Haack, los parámetros mínimos de ética de un profesor en cualquier universidad y en cualquier ámbito educativo: la laboriosidad, la paciencia y la perseverancia, el juicio, el realismo, la imparcialidad, la independencia y por último el coraje. Todo esto en un contexto que “parte de la complejidad de tratar formar humanos cuando todas las influencias externas están haciendo una exaltación de valores distorsionados”.
Finalmente el abogado especialista en derecho procesal y ex magistrado Consejo Seccional de la Judicatura, Alberto Ceballos Velásquez, habló de la importancia de los consultorios jurídicos en la preparación de los abogados para la identificación y resolución de problemas para más tarde enfrentarse al ejercicio profesional. Así mismo resaltó que “la abogacía es la única profesión que estructuralmente tiene previsto un contradictor. La profesión nuestra nos pone en escenarios donde lo que yo diga y proponga está sometido a la contradicción inmediata de otro que propone una opción distinta (...). Ser capaz de dialogar con contradictores, de presentar la comunicación entre contrarios y en ambientes adversos, conflictivos”.
De esta manera insistió en que el diálogo y la escucha son un componentes centrales en el ejercicio de la profesión del abogado, pues “quien aboga y habla en favor de otro no está en posibilidad de hacerlo sin utilizar un medio: el diálogo, la conversación”.
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