La Universidad de Antioquia ha vivido una serie de situaciones que han sido motivo de preocupación y reflexión en las diferentes unidades académicas y sus estamentos. El anuncio de “protocolo” de intervención a la Universidad por parte del ESMAD ideado por el alcalde Daniel Quintero, el tropel y el ingreso del ESMAD a la U el 20 de febrero, las amenazas hechas a estudiantes, profesores y organizaciones de la universidad el 2 de marzo, el atentado del cual fue víctima la profesora Sara Fernández el 3 de marzo, los bloqueos realizados al bloque 16 por parte de estudiantes, la polarización generalizada de la comunidad universitaria frente a las violencias que se presentan al interior de la Universidad, el debate frente al proyecto que removería las rejas que cercan la Universidad, son puntualmente los eventos que motivaron la realización de este debate.
Debates de Coyuntura es un evento insignia del pregrado de Ciencia Política, con el acompañamiento de la Secretaría General, que aborda desde diferentes miradas académicas los temas más relevantes de la agenda local, nacional e internacional. La sesión realizada el miércoles 11 de marzo fue muy especial, pues se discutió acerca de la situación que vive nuestra casa de estudios, situación que no es ahistórica, ni ajena a los concomitantes de la sociedad en la que está situada.
Al ser la situación de la Alma Mater un tema que nos compete a todos los miembros de la comunidad universitaria, este debate no contó con invitados expertos en el tema, como es costumbre –entre otras cosas por el temor a las consecuencias que pronunciarse frente a estos temas pueda acarrear–, sino que fue un micrófono abierto que permitió que varios asistentes al evento manifestaran sus reflexiones frente a la gran variedad de temas que correspondía tocar.
Para algunos de los asistentes de esa tarde, impera identificar los factores que asedian a la Universidad: las dinámicas hostilísimas del capitalismo y el neoliberalismo, la estela del conflicto armado por los circuitos mafiosos infiltrados en el tejido social de las institución, los fundamentalismos absolutistas, la superstición, la reproducción de ignorancia y desinformación, las maquinarias políticas. ¿Cuál es el problema? Que está en nosotros, en la Universidad, una manía por concebirnos siempre como un contrapoder que es más bien la manifestación de la rabia y la furia que hay tras el deseo de justicia.
Así mismo, algunos consideran que como medida para hacer frente a las situaciones que afectan a la Alma Mater hay que remitirse a la misión de la Universidad: "Esta institución crea poéticamente unas obras y unas personalidades dotadas de una autoridad que no se sustenta en el dinero, en el poder, en la fuerza, en la religión o en la superstición". Esa, la autoridad de los maestros, respaldada en la virtud, la cultura y el arte, es la herramienta que debe usar la Universidad para combatir los poderes que la asedian, la potencia que tiene como patrimonio cultural del país.
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