El pasado mes de junio de 2018 algunos integrantes de Semillero de derecho procesal (Medellín) de la Universidad de Antioquia decidimos participar en las “XXVI JORNADAS IBEROAMERICANAS DE DERECHO PROCESAL” que se celebraron en Salamanca-España, y que tenían como eje temático “La prueba en el proceso”, evento organizado por el Instituto Iberoamericano de derecho Procesal, Instituto Internacional de Derecho procesal y la Universidad de Salamanca.
Se dispuso los días 16, 17, 18 y 19 del mes de octubre, y participé en calidad de ponente con una escrito denominado “LA ADMISIBILIDAD DE LA PRUEBA PERICIAL EN EL PROCESO CIVIL: MODELOS, TENDENCIAS Y PROPUESTAS PARA IBEROAMERICA” en el marco de un concurso en homenaje al maestro Colombiano Hernando Devis Echandía, en vista de
los procesos formativos y académicos que se producen al interior de la Universidad se ha propuso la asistencia de 5 personas.
El proceso de construcción de la ponencia, asesorías, y preparación fue acompañado activamente por miembros del Semillero de derecho procesal de la Universidad, y sin el apoyo activo de los compañeros y docentes que hacen parte de este grupo no hubiese sido posible la construcción del escrito, se abordó como tema central la admisibilidad de la prueba mediante el análisis de algunos modelos y ordenamientos jurídicos que tienen diferentes formas de tratamiento al juicio de admisibilidad de la prueba pericial, es pertinente la discusión puesto que de la forma en la cual se configura el juicio de admisibilidad de la prueba dependerá la realización del derecho fundamental a probar o por otro lado la consecución de objetivos como la economía procesal, y el juicio de admisibilidad de la prueba pericial en el proceso comporta un retos adicionales, para lo cual se hizo una propuesta para superar de alguna manera los problemas que puede comportar un juicio de admisibilidad demasiado rígido y que se centra en el juicio de la validez del conocimiento que se
pretende vincular al proceso, puesto que se vuelve limitativo del derecho fundamental a probar y pone al juez en una situación compleja desde la desigualdad epistémica, para dichas problemáticas se dio una propuesta con miras al perfeccionamiento del Código Procesal Civil Modelo para Iberoamericana.
De la Participación del evento y más precisamente de la ponencia que fue una construcción grupal, debo decir que fue seleccionado para la defensa a la cual solo clasificaron 8 ponencias, de diversos temas relacionados con la prueba, el día de la defensa de la ponencia que debía hacerse en
máximo 10 minutos pude conocer a los demás ponentes que habían clasificado, y fue una sorpresa descubrir que todos eran docentes y que estaban adelantando posgrados, es decir, que éramos los únicos estudiantes de pregrado que participaron con una potencia, lastimosamente no fuimos los ganadores, sin embargo a nivel personal una invaluable experiencia y un honor representar a la Facultad, a la Universidad en escenarios académicos tan importantes, también el apoyo de los profesores, compañeros, amigos y familia fue vital.
En el congreso se discutieron temas importantes en la actualidad en lo relacionado con la prueba, y acudieron al Evento Doctrinantes de renombre e importancia internacional como Michele Taruffo, Jordi Nieva Fenoll, Joan Picó i Junoy, entre otros y algunos doctrinantes colombianos como Jairo Parra Quijano, Ulises Canosa Suárez, también profesores y jueces de lo cual hizo de la experiencia académica inolvidable.
Aparte de la experiencia y la participación en el evento, fue posible conocer e interactuar con gente de diferentes nacionalidades, lo cual fue enriquecedor, además de compartir conocimiento de comprender las dimensiones del derecho, también entender las diferentes formas de ver la vida, de esas interacciones fue posible enseñarles a los compañeros de México, Argentina, España, Japón entre otros a bailar.
Para concluir agradezco infinitamente al Semillero de Derecho procesal, puesto que fueron un gran apoyo para la construcción y preparación de la ponencia, adicional a eso, se contó con el apoyo de todos los compañeros del semillero en aspectos económicos, puesto que sin este apoyo las posibilidades del viaje eran reducidas, lo cual fue un ejercicio conjunto, al profesor Oscar García Arcila, quien siempre nos acompaña y motiva al grupo, y es un ser excepcional, y por supuesto a la Facultad y a la Universidad de Antioquia, por el apoyo brindado, pero más que eso, en el viaje se entiende el profundo amor que despierta la Universidad por ser un escenario propicio para la producción del conocimiento y también por enseñarnos a relacionarnos y compartir con los otros a pesar de las diferencias, pues el respeto, el amor por esas diferencias, cosas que solo se aprende en un lugar tan diverso y hermoso como la Universidad de Antioquia.
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