Durante los días 4, 5 y 6 de Octubre se realizó en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina) el XI Seminario Internacional de Políticas de la Memoria, en el cual participé como ponente y asistente de las presentaciones que tuvieron lugar en el evento.
El seminario fue realizado por el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, ubicado en el Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, espacio suma-mente importante para la memoria, puesto que éste fue uno de los principales centros de detención por parte de la dictadura, donde de forma clandestina se realizaban todo tipo de atentados a los derechos humanos.
La riqueza de compartir dentro de este tipo de espacios radica en la creación de “puentes”, tal y como lo dice el nombre de la ponencia con la que me presenté en el seminario, pero en éste caso son puentes entre diferentes países, culturas y memorias de sucesos importantes para cada uno de los lugares desde los cuales nos narran los investigadores. Además, nos recuerda la relevancia que tiene darle un lugar privilegiado a la memoria de cada país y de cada una de las personas que le habitan.
Dentro de éste seminario se hicieron presentes con gran fuerza las memorias acerca de las dictaduras en países como Argentina y Chile, y es por esto que se despertó también gran curiosidad por temáticas que venían desde países como Brasil, con las caravanas, y Colombia, en este caso con la temática referente a las memorias del conflicto armado que crean los jóvenes de la Ciudad de Medellín mediante el arte, la cual presenté bajo el nombre de “Los puentes de la memoria.
Jóvenes, arte y memoria en la ciudad de Medellín”.
La presentación de ésta ponencia me permitió, además de mostrar otras realidades referentes a la violencia producto del conflicto armado en la ciudad, y la resistencia por parte de los jóvenes ante estos sucesos; conocer las perspectivas que tenían las personas que participaron del seminario frente al conflicto en Medellín, y además dar un giro a sus visiones mostrando por medio del arte los otros rostros que llenan de color y quieren pintar con memoria y paz las calles de la
ciudad.
En suma, y como una forma de reflexión frente a la trascendencia política de la memoria, cabe resaltar que la memoria política es parte fundamental de la historia de cada país, lo cual se evidencia en espacios como éste seminario.
Además, su relevancia radica en tanto ésta memoria es una forma de resistencia y emancipación para los ciudadanos dentro de su accionar político y de construcción de memoria, donde se asume que es importante recordar y crear puentes simbólicos para hacer justicia, para realizar una crítica, una
catarsis colectiva y para llevar un mensaje -en este caso, mediante el arte- que las palabras no pueden transmitir, es la forma de entender cómo se tramita el dolor y el miedo por parte de quienes presencian sucesos violentos en contextos políticos.
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